La Policía Comunitaria de Ibagué, celebro
los 3 años de vida de Ian.
La comunidad de la vereda “Manga los Rodríguez” expresó su agradecimiento y reconocimiento a la Policía por esta
iniciativa, resaltando la importancia de su presencia no solo como protectores,
sino también como aliados en la construcción de una sociedad más solidaria e
incluyente.
En un acto de profunda
solidaridad y compromiso social, la Policía Metropolitana de Ibagué se trasladó
hasta la vereda la “Manga los Rodríguez” del municipio de Piedras, donde habita
la familia Ramírez Pineda, protagonistas de una historia de amor y unión
familiar.
Esta humilde y trabajadora pareja de
esposos, son los padres de un ser muy especial, se trata de Ian Andrey Ramírez,
un niño de tan solo 3 años que se ha convertido, en símbolo de tenacidad,
dulzura y vida, en este pequeño caserío, incrustado en las montañas del norte
del Tolima.
Ian, fue diagnosticado con escoliosis
congénita, una curvatura lateral de la columna vertebral que se presenta al
nacer y que se produce cuando las vértebras o costillas del bebé no se forman
de manera normal.
Su condición de vida, obligo a su madre,
Vanessa Alexandra Pineda, a dedicar tiempo completo al cuidado de su hijo y de
su hogar y dejar a un lado, las labores de campo, con las que ayudaba al
sustento de la familia.
Es así que el padre de Ian, Nicolás Ramírez
Páez, como un buen padre de familia, incremento sus labores diarias como
conductor de tractor, con la firme convicción de sacar a su hijo y familia
adelante.
A pesar de las adversidades, esta familia
ha encontrado fuerza en el amor y el apoyo mutuo, y ahora también en la
solidaridad de las autoridades y la comunidad.
El 30 de enero Ian, cumple
años. En esta ocasión, los uniformados dedicaron de su tiempo, de su pasión y
de su don de servir, para la celebrar los 3 años de vida de un niño que, a
pesar de las circunstancias, disfruta cada hora, al lado de sus padres y
amigos.
Este momento inolvidable que fue liderado
por integrantes de la Policía Comunitaria, le ofrecieron un espacio de
felicidad en medio de sus luchas diarias. En su cumpleaños desarrollaron
actividades lúdicas y recreativas que no solo alegraron el día del pequeño,
sino que también integraron a la comunidad en un ambiente de unión y
fraternidad.
Durante la actividad, Ian recibió una
bicicleta, un anhelo que había expresado durante las festividades navideñas. La
sonrisa en su rostro al recibir este regalo se convirtió en el símbolo de la
jornada, mostrando que, con pequeños actos de bondad, se pueden generar grandes
cambios en la vida de quienes más lo necesitan.
Además de la bicicleta, la
Policía entregó un mercado para la familia, ayudándolos a suplir necesidades
básicas y un kit escolar que le permitirá ir fomentando su desarrollo
integral.
“Estas acciones son parte de nuestro
compromiso con el bienestar de las comunidades más vulnerables. “No se trata
solo de combatir el delito, sino de construir tejido social, llevando esperanza
y felicidad a las familias que más lo necesitan”, manifestó el mayor Miguel
Peña Ruiz, Jefe del Grupo de Policía Comunitaria.