Israel llevó a cabo este viernes un ataque
aéreo en la capital de Líbano, Beirut, después de que Hezbolá lanzara un centenar
de cohetes hacia territorio israelí.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)
definieron el ataque como "selectivo", sin brindar más detalles.
Los reportes iniciales muestran que la
ofensiva dejó edificios y automóviles parcialmente destruidos en Dahieh, un
suburbio densamente poblado en el sur de Beirut y conocido por ser un bastión
de Hezbolá.
El ataque dejó al menos nueve personas
muertas y otras 59 heridas, según un reporte inicial del Ministerio de Salud
libanés.
Según reporta la prensa israelí, el
objetivo del ataque sobre la capital libanesa era el comandante de operaciones
de Hezbolá Ibrahim Aqil. Una fuente cercana a este grupo armado le dijo a la
agencia AFP que Aqil es uno de los fallecidos, pero no ha habido aún ninguna
confirmación oficial.
La ofensiva fue lanzada poco después de que
se confirmara que Hezbolá había disparado alrededor de 140 cohetes hacia
el norte de Israel.
Según las FDI, las defensas aéreas
interceptaron "algunos" de los cohetes que fueron disparados contra
las zonas ocupadas de los Altos del Golán, Safed y la Alta Galilea.
En las últimas 24 horas el fuego cruzado ha
incluido bombardeos aéreos y cohetes lanzados desde ambos lados de la frontera.
Durante la noche de este jueves, Israel
llevó a cabo una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano en los que asegura
haber impactado más de 100 lanzacohetes de Hezbolá y otros "sitios
terroristas", incluido un depósito de armas.
Las FDI sostuvieron que los lanzacohetes
estaban listos y en posición de disparo hacia Israel.
Según informó la Agencia Nacional de
Noticias libanesa, Israel llevó a cabo al menos 52 ataques en el sur del país
el jueves por la noche, mientras que Hezbolá atacó instalaciones militares en
el norte de Israel.
Los ataques aéreos israelíes, que duraron más
de dos horas, fueron unos de los más intensos del reciente conflicto.
Horas previas al ataque, el líder de
Hezbolá, Hassan Nasrallah, aseguró que las explosiones mortales de dispositivos
que ocurrieron a principios de semana "cruzaron todas las líneas rojas",
y acusó a Israel de lo que, en su opinión, representaba una declaración de
guerra.
Israel no ha confirmado su participación en
las explosiones del martes y el miércoles -cuando detonaron simultáneamente
beepers y walkie-talkies en todo el país-, y en las que, según las autoridades
libanesas, murieron 37 personas y más de 3.000 resultaron heridas.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant,
afirmó que Israel está emprendiendo una "nueva fase de la guerra",
concentrando más sus esfuerzos en el norte del país y su frontera con Líbano.
Fuente BBC News.