Son ocho los presidentes de los Estados Unidos, contando a Joe Biden que anunció su renuncia
este domingo, que no han optado a la reelección pese a que eran elegibles: Lyndon
B. Johnson (1963-1969), Harry S. Truman (1945-1953), Calvin Coolidge
(1923-1929), Theodore Roosevelt (1901-1909), James Polk (1845-1849), James
Buchanan (1857-1861) y Rutherford Hayes (1877-1881), y sólo uno, Richard Nixon
(1969-1974), presentó su renuncia durante su mandato.
No hay ningún precedente de que un
candidato presidencial abandone su cargo a pocas semanas de una convención.
Aquellos que optaron por esta decisión lo hicieron mucho tiempo antes y nunca
por sus aptitudes físicas.
Ni los presidentes Harry Truman ni Lyndon
Johnson se enfrentaron a serias dudas sobre su capacidad para ser reelegidos,
al igual que Coolidge o Theodore Roosevelt. Ellos simplemente decidieron no
continuar. Los Hayes, Buchanan y Polk anunciaron que
no optarían a ser reelegidos y sólo desempeñaron un mandato.
Por su parte, el presidente republicano
Richard Nixon presentó su renuncia en agosto de 1974, la única en la historia
de los Estados Unidos, ya durante su segundo mandato, por el caso Watergate,
una operación de espionaje urdida desde la Casa Blanca contra el Partido
Demócrata.
El último presidente estadounidense
elegible para postularse nuevamente, pero que decidió no hacerlo, fue Lyndon B.
Johnson en marzo de 1968. Con problemas de salud y una creciente oposición a la
guerra de Vietnam, sorprendió al país con ese anuncio.
Su entonces vicepresidente, Hubert
Humphrey, fue elegido en la Convención Demócrata para enfrentarse a Richard
Nixon. Fue derrotado, si bien los demócratas mantuvieron el control de la
Cámara de Representantes y el Senado.
El vicepresidente Harry S. Truman llegó a
la presidencia de los Estados Unidos tras la muerte de Franklin Delano
Roosevelt (1882-1945) en abril de 1945. Ganó las elecciones de 1948 contra
pronóstico y luego, ante la pérdida de apoyo popular, anunció que no se
presentaba a la reelección en un discurso en 1952.
Un año antes, EEUU había ratificado la 22
enmienda de la Constitución que establece que un presidente no puede ser
elegido más de tres mandatos, entre otros puntos, pero se dispuso una cláusula
de exención para Truman. Incluso así, él rehusó continuar. Los demócratas
eligieron al entonces gobernador de Illinois, Adlai Stevenson, que perdió
frente al republicano Dwight D. Eisenhower.
A principios del siglo XX, Theodore
Roosevelt y Calvin Coolidge, ambos republicanos, asumieron la presidencia
después de un asesinato o una muerte, y ambos optaron por dejar la Presidencia
después de cumplir un mandato completo y la mayor parte del otro.
El vicepresidente Theodore Roosevelt
(1901-1909) sucedió en la Casa Blanca al asesinado William McKinley y cuando
pudo optar a la reelección, declinó presentarse. William H. Taft le sucedió.
El presidente Calvin Coolidge (1923-1929),
un hombre austero y de pocas palabras, firmó su famosa declaración
mecanografiada de una frase que entregó a los periodistas: "No elijo
postularme para presidente en 1928". Aquello le sirvió para poner fin a su
carrera y retirarse de la primera línea política. Coolidge había llegada a la
Casa Blanca como vicepresidente pero debió asumir la jefatura al fallecer el
presidente Warren G. Harding en 1923.
En el siglo XIX, James Polk, James Buchanan
y Rutherford Hayes fueron tres presidentes con un elemento en común: asumieron
sus cargos prometiendo que no buscarían la reelección, como así hicieron.
Fuente Agencia EFE.