El huracán Beryl azotó este miércoles con
sus vientos de categoría 4 a Jamaica, que impuso un estado de emergencia ante
el temor de que el ciclón cause en el país daños catastróficos como los
registrados en varias islas del Caribe Oriental.
Según el último boletín de la agencia
meteorológica de Jamaica, están previstas precipitaciones totales de 100 a 200
milímetros (de cuatro a ocho pulgadas) y peligrosas marejadas ciclónicas que
elevarán los niveles del agua hasta dos o tres metros (seis a nueve pies).
Ante estos pronósticos y la advertencia del
Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos de que el
impacto de la pared del ojo del huracán será "significativo", el
Gobierno de Jamaica declaró la isla zona de desastre durante los próximos siete
días e impuso un toque de queda para esta jornada.
La Oficina de Preparación para Desastres y
Gestión de Emergencias (Odpem, en inglés) de Jamaica instó a la población que
vive en zonas bajas y propensas a inundaciones a trasladarse a los refugios.
"Todos los refugios han sido
activados", incluido el instalado en el Estadio Nacional, dijo el director
general interino de la Odpem, Richard Thompson, cuyos últimos datos reportan
unas 500 personas alojadas en los albergues.
Por su parte, el primer ministro de
Jamaica, Andrew Holness, informó que una orden de evacuación está vigente para
áreas propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, tanto aquellas
situadas al nivel del mar como las cercanas a barrancos o vías fluviales.
Holness también indicó que las autoridades
establecieron un operativo especial "para mantener el orden público"
durante el paso de Beryl por el país caribeño, que tiene unos altos índices de
delincuencia y homicidios.
"La Fuerza de Policía y la Fuerza de
Defensa de Jamaica se movilizarán plenamente para mantener el orden público y
ayudar en las tareas de socorro tras el huracán. Disponen de planes
estratégicos para prevenir los saqueos y otros delitos durante este periodo",
aseveró Holness en su cuenta de X.
Beryl impactó a principios de esta semana
en Granada, en cuyas islas de Carriacou y Pequeña Martinica
"aproximadamente el 98 % de las estructuras están dañadas o
destruidas", según el coordinador de la Agencia Nacional de Gestión de
Desastres (Nadma, en inglés), Terence Walters. Edificios públicos, casas y negocios
privados se han visto seriamente afectados en estas islas, cuya agricultura y
vegetación han quedado completamente devastadas.
El primer ministro de Granada, Dickon
Mitchell, informó que el primer huracán de la temporada atlántica causó también
"la total destrucción" de la red eléctrica y de la red de
comunicaciones en Carriacou y Pequeña Martinica. Tres personas perdieron la vida en las
distintas islas de Granada debido al huracán, que también causó la muerte de
una persona en San Vicente y las Granadinas.
En el noreste de Venezuela, al menos 1.440
personas en la localidad de Cumanacoa, en el estado Sucre, se encuentran en
"refugios solidarios" luego de que perdieran sus viviendas como
consecuencia del desbordamiento de un río durante el paso del huracán Beryl. Tres personas fallecieron en esta zona y
cinco continúan desaparecidas, según las autoridades venezolanas.
Más suerte tuvieron República Dominicana y
Haití, que salieron casi indemnes del paso del huracán, cuyo principal efecto
sobre la isla Española, que comparten ambos países, fue el fuerte oleaje que
azotó el litoral caribeño. Casi medio millón de personas se quedaron
sin suministro de agua por los efectos del ciclón y miles sin servicio
eléctrico, de acuerdo con el informe preliminar de los daños.
Las alertas de huracán, además de Jamaica,
incluyen las islas Caimán y la costa de la Península de Yucatán. También hay
alertas de tormenta tropical para la costa de Belice, en Centroamérica.
Agencia EFE